Salió de la bañera tapandose rápidamente con la toalla que Kal le había preparado. Secándose suavemente pasó la mano por el empañado espejo, mirandose el rostro de cerca. Solía mirarse amenudo, le gustaba saber cual era su aspecto en cada momento, y ahora se gustaba. Sonreía timidamente revisando su cuerpo desnudo frente al espejo, ladeandose y observando cada curva, palpando su suave piel. Entonces entró Kal sin previo aviso, y ella se tapó disimulada, para evitar comentarios.
-No te mires tanto, cielo. Déjame hacerlo por ti...
-eh..mmm.. si no me miraba, y no me digas esas cosas que me pones muy nerviosa Kal.
-Ui! -entredijo con sorpresa - solo nerviosa? -y se le acercó intentando tirarle la toalla con ternura.
-Ahora no, tengo prisa.
Dicho esto, salió del cuarto de baño apresurada, y dejó a la muchacha con las manos en el aire y un rostro de total desilusión. E inmediatamente se puso a recoger lo que Gina había dejado por enmedio.
-¡Almenos podrías dejarlo todo como antes!
-Lo siento, de verdad, pero voy a llegar tarde. -Gritó desde la habitación donde estaba poniendose sus mejores trapitos.

Gyn era una chica poco